GEOBIOLOGÍA MÉDICA DR. ELI RAMÍREZ ORTIZ. "CEEACD".

Que es la geobiología ?.

Dr. Eli Ramírez Ortiz. “CEEACD”. Morelia Michoacán México.

Que es la geobiología ? 
Todos nosotros estamos expuestos a radiaciones que estructuran y animan nuestros organismos: unas provienen del cosmos, otras emanan del subsuelo de la tierra y otras de nuestro entorno. La geobiología es la ciencia que estudia la relación y los efectos que las radiaciones artificiales y telúricas producen sobre los procesos biológicos de los seres vivos.

Que son les geopatías ? 
Nos referimos a geopatías cuando una persona recibe un exceso de radiación, sea natural o artificial, durante un periodo prolongado de tiempo. Dependiendo de la naturaleza de cada persona, de sus hábitos y de su información genética, la enfermedad se desarrollará antes o después. Las radiaciones telúricas actúan en la vertical de su recorrido y en todo su ancho.

Que enfermedades puede ocasionar una geopatía ? 
Las geopatías actúan principalmente sobre el sistema inmunológico y por tanto no provocan unas enfermedades determinadas, sino que su ámbito de actuación afecta a las partes más sensibles de nuestro cuerpo, dando así como resultado toda clase de enfermedades. Estas, tanto pueden ser leves (insomnio, migrañas, trastornos intestinales) como graves (cáncer, leucemia, esclerosis). Estudios estadísticos indican que un 85% de casos clínicos de enfermedades crónicas y degenerativas corresponden a personas que habían estado expuestas a algún tipo de geopatía intensa durante un periodo prolongado de tiempo.

Variedad de Geopatías

De origen natural:

  • Por corriente de agua. De  les geopatias naturales son las más nocivas. Se producen solo por agua en movimiento y provocan una radiación en la vertical de la corriente. Están presentes en más del 80% de los casos estudiados de enfermedades immunodeficientes y de enfermedades crónicas.
  • Por líneas Hartmann. La red Hartmann, está formada por una red cuadriculada, orientada N-S y E-O, que rodea toda la Tierra. Tiene dimensión variable, entorno a unos 2 / 2’5 metros de lado. Los puntos patógenos se sitúan en los cruces de las líneas. Las enfermedades que provocan son de carácter agudo y inflamatorio.

Por líneas Curry. La red Curry, igual que la red Hartmann cubre la Tierra, pero está orientada NE-SO y NO-SE. Su cuadrícula oscila entre 6 y 8 metros. Los puntos más patógenos son los cruces de líneas y su intensidad es superior a la de Hartmann. De la misma forma que esta, provoca enfermedades inflamatorias y agudas.

  • Por fallas geológica
  • Por radioactividad natural
  • Por gas radón

Geopatías de origen artificial:

  • Radiaciones artificiales: son los campos electromagnéticos producidos por los aparatos y las redes eléctricas, además de las ondas de radiofrecuencia producidas por las antenas de telefonía móvil y las antenas de telefonía digital inalámbricas.

Forma de reconocer y de evitar las geopatías 
Actualmente no existen aparatos que midan las radiaciones telúricas, aunque si las artificiales. Para tener un buen conocimiento del lugar donde estamos viviendo y especialmente donde dormimos, es necesario un estudio geobiológico.

Como saber si estamos sometidos a algún tipo de geopatia?

  • Mediante un test médico o terapéutico de kinesiología o de bioresonáncia es posible determinar si la persona está afectada por radiaciones geopatógenas o electromagnéticas.
  1. Como se realiza el test de Kinesiologia ? El test de Kinesiología es una prueba sencilla y rápida mediante la cual un profesional puede detectar la presencia de desequilibrios en nuestro cuerpo. Los desequilibrios pueden ser de tipo físicos, mental o emocional.
  • Haciendo un estudio geobiológico de los espacios en los cuales se suele pasar más tiempo, especialmente el dormitorio y el lugar de trabajo.
  1. Como se realitza un estudio geobiológico ? Se utiliza el cuerpo humano como detector. Una persona debidamente entrenada puede percibir las radiaciones geopáticas presentes en un espacio determinado, junto con los aparatos adecuados para cada caso o la Kinesiología, Radiestesia.

Síntomas de las geopatias

  • Insomnio
  • Cansancio al levantarse
  • Dolores de cabeza y/o espalda
  • Dolores reumáticos
  • Cansancio crónico
  • Problemas circulatorios
  • Problemas cardíacos
  • Nerviosismo y irritabilidad
  • Estado de ánimo depresivo

Las geopatias producen:

  • Perdida de minerales, vitaminas y oligoelementos
  • Dificultan la eliminación de toxinas. Las toxinas se acumulan en los tejidos y los destruyen.
  • Favorecen la  candidiasis y parásitos intestinales.
  • Con un tiempo de exposición de más de 10 años y una combinación determinada de factores geopáticos, se pueden llegar a desarrollar enfermedades degenerativas irreversibles

Consejos 
A la hora de construir o cambiar de vivienda, y especialmente cuando padecemos alguna enfermedad que no acaba de remitir, o estamos bien, pero queremos prevenir los efectos de una posible geopatía, recomendamos realizar un buen estudio geobiológico del hogar, para poder conocer los lugares más sanos para descansar o trabajar y así evitar las zonas patógenas. De esta forma se conseguirá mejorar la calidad de vida de su familia.

  • Evitar situar la cama o los lugares de descanso cerca de las fachadas o redes eléctricas o líneas de alto voltaje.
  • Alejar del lugar donde dormimos los aparatos eléctricos: Relojes digitales, televisores, ordenadores, transformadores, etc. Asegurarse que las instalaciones eléctricas cumplen las normas de seguridad.

Las radiaciones influyen en todos los seres vivos, y un exceso y continua exposición resulta perjudicial. Vivir en un hogar que sea fuente de salud implica conocer sus lugares neutros para descansar, así como las zonas geopatológicas para evitar pasar en ellas mucho tiempo.

Soluciones 
La solución más efectiva es la de desplazar la cama, la mesa o el asiento, el espacio necesario fuera de la zona patógena. Paralelamente hay que hacer un tratamiento sencillo para reequilibrar el cuerpo afectado.

El término ENERGIAS NERGIAS TELÚRICAS "telúrico" procede del latín "tellus" que significa tierra. Las energías telúricasson el conjunto de energías y radiaciones que se encuentran en la superficie terrestre,procedentes del subsuelo y que nos pueden afectar biológicamente, pueden alterar nuestro metabolismo o nos pueden provocar trastornos psicológicos.

Nuestro cuerpo se muestra sensible ante una exposición anómala de radiación, tanto si

dicha exposición es por exceso como si es por defecto.

Ya antiguamente los chinos, antes de construir cualquier edificio,

buscaban las zonas perturbadas del terreno en el que querían edificar. Para ello

utilizaban el Feng Shui. Los arquitectos chinos de aquel entonces decían: "Busca un

buen terreno para edificar y no peques contra la naturaleza con tu obra".

Los celtas también estudiaban el terreno antes de levantar cualquier construcción.

Los romanos, antes de construir una nueva ciudad, dejaban sus ganados lanares

pastando en el terreno que tenían previsto para erigir la futura ciudad. Pasado el año

sacrificaban los animales y estudiaban sus hígados (el hígado, al ser el regulador y

filtro de la sangre es la primera barrera que pone el cuerpo ante las radiaciones

telúricas). Si encontraban alguna anomalía buscaban otro lugar.

Líneas Hartmann

Son las líneas más conocidas y de las que se dispone más información. Deben su

nombre a un investigador alemán, el Dr. Ernest Hartmann. El Dr. Hartmann demostró

hasta qué punto el hombre y su salud física dependen del lugar preciso en el que vive,

duerme o trabaja.

Durante años fue midiendo la resistencia eléctrica del cuerpo humano, que aumentaba

cuando se encontraba sobre una zona perturbada.

De esta manera descubrió que en la totalidad de la superficie terrestre hay una serie de

líneas electromagnéticas, procedentes del interior de la Tierra, que forman una red

global, cuadriculada, como una red de pescador. Las líneas que forman esta cuadrícula

se proyectan desde tierra, verticalmente como si fuesen muros, atravesando todo lo

que se encuentra en su vertical (edificios, mares, montañas, caminos y carreteras).

Están orientadas de norte a sur y de este a oeste. Las líneas que van de norte a sur

tienen una separación entre ellas de unos 2,5 m y las que van de este a oeste de unos

2 m. Cada línea tiene aproximadamente entre 18 y 21 cm de grueso. Esto puede

variar en función del subsuelo (ante la presencia de corrientes subterráneas, fisuras,

fallas y de fenómenos naturales (eclipses, terremotos) que provocan que estas

líneas se ensanchen.

Las líneas por si solas no provocan demasiada alteración sobre los seres vivos. Los que

que sí provocan efectos agresivos son los puntos de intersección de esta cuadrícula

que ocupa toda la Tierra.

Estos puntos de cruce se llaman nudos geopatógenos.

Con estos datos se sabe que estos nudos geopatógenos o cruces Hartmann tienen una

superficie de unos 20 cm x 20 cm (400 cm2) y que aproximadamente en cada 4 m2

encontramos 4 nudos geopatógenos o cruces.

Líneas Curry

Este sistema de líneas presenta una disposición diagonal. También forma una red en

forma de cuadrícula. Las líneas están orientadas de sureste a noroeste y de noreste a

suroeste.

Las líneas que van de sureste a noroeste tienen una separación entre ellas de unos 6 m

y las que van de noreste a suroeste tienen una separación de unos 8 m. De todas

formas, a menudo esta pauta puede alterarse, oscilando la separación entre líneas de 3

a 16 m.

Otras líneas

Hay otras redes muy poco conocidas y a las cuales se les ha dado el nombre de su

descubridor:

- La red Peyré: orientada de norte a sur y de este a oeste. La separación de sus líneas

es de aproximadamente 7 m (las que van de norte a sur) y 8 m (las que van de este a

oeste).

- La red Romaní: orientada también de norte a sur y de este a oeste. La separación de

sus líneas es de 1 a 1,5 m aproximadamente.

- La red Kunen, tiene distancias de 40 m.

Corrientes subterráneas

La presencia de agua en el subsuelo disminuye el valor del campo magnético terrestre

y aumenta la radiación gamma (radiactividad). Su área de influencia va en función del

tamaño de su caudal, cuanto mayor sea éste más amplia será la zona afectada en la

superficie.

Cuando coinciden agua y cruces Hartmann resulta una combinación especialmente

peligrosa para los seres vivos.

Fallas son fracturas de la tierra. Cuando esto ocurre, las partes que se rompen se desplazan y

ponen en contacto superficies de naturaleza diferentes. A menudo forman cavidades y

son estas las que provocan influencias perjudiciales para la salud.

Las fallas producen radiaciones gamma (radiactivas) importantes que pueden ser de un

30% a un 5000% mayores que las de los espacios abiertos.

Los espacios tapiados producen los mismos efectos que una falla (habitaciones,

sótanos, pozos, etc.)

La combinación de fallas con cruces Hartmann resulta también muy peligrosa.

DETECCIÓN DE ZONAS GEOPATÓGENAS

Las zonas geopatógenas se pueden detectar con diversos aparatos que se pueden

encontrar fácilmente en el mercado y también mediante la radiestesia.

La observación de los animales y las plantas también puede aportarnos alguna pista.

Los animales, en general, evitan las zonas geopatógenas. El perro, por ejemplo, es un

excelente detector de zonas perturbadas. El lugar que elige un perro para dormir, es

un lugar limpio de geopatias. El gato, al contrario, elige los lugares cargados de

vibraciones telúricas y le encantan los cruces Hartmann.

Los animales de granja (caballos, vacas, ovejas, conejos, etc.) son también muy

sensibles a las geopatias. Su exposición a ellas a menudo repercute, en el caso de las

vacas, en la producción de leche y en general a enfermedades que debilitan a los

animales hasta acabar con ellos, lo cual también supone considerables pérdidas

económicas para los ganaderos i criadores.

Como hecho curioso, las abejas producen el triple de miel si el panal se encuentra

encima de un cruce Hartmann, aunque desde el otoño hasta la primavera suelen

alejarse de él.

Las termitas y hormigas también buscan las zonas geopatógenas para construir sus

nidos.

Las plantas también son muy sensibles a las zonas geopatógenas, que impiden su

enraizamiento y crecimiento correctos, haciéndolas enfermar.

Los niños pequeños poseen una gran receptividad y perciben cualquier geopatía,

apartándose o, en el caso de que no se puedan mover, haciéndolo notar llorando. Así

muchos padres han encontrado a su hijo durmiendo en un rincón de su cama o

colocado al revés de cómo ellos le habían dejado.

AUSENCIA DE CAMPO ELÉCTRICO NATURAL

Los campos electromagnéticos naturales pueden ser modificados o neutralizados

mediante otros campos artificiales. Cualquier máquina eléctrica produce radiaciones

que influyen en estos campos.

Nuestros edificios, construídos con hormigón armado, resultan verdaderas jaulas

metálicas que pueden eliminar el campo magnético natural. Es el efecto de jaula

Faraday.

Faraday era un químico y físico inglés que comprobó y demostró que una estructura

metálica en forma de jaula actúa como de pantalla, de manera que los seres vivos que

se encuentran en su interior están aislados de la acción de los campos eléctricos

externos quedando sólo la de los campos magnéticos.

Esta falta o variación anormal de los campos eléctricos provoca estados de debilidad.

Está comprobado que el campo eléctrico natural juega un papel muy importante en el

mantenimiento de la polarización celular y para inhibir los procesos de proliferación de

microorganismos. Si este campo eléctrico natural es nulo, el organismo tiene menos

defensas.

Puesto que permanecemos la mayor parte de nuestra vida en el interior de edificios

construidos con hormigón armado (sea nuestro hogar o nuestro lugar de trabajo)

debemos intentar pasar unas cuantas horas cada día al aire libre para permitir que

nuestro cuerpo se cargue.

LA IONIZACIÓN

En el aire existe una cierta electricidad que se encuentra en la atmósfera. Esta

electricidad está formada por partículas llamadas iones; de estos unos contienen

partículas de carga positiva (protones) y otros de carga negativa (electrones). Cuando

la cantidad de cargas positivas es igual a la de cargas negativas nos encontramos ante

una partícula con carga eléctrica neutra, pues los electrones y los protones se cancelan

mutuamente.

En el ambiente los iones positivos se producen por la fricción de masas de aire (es el

aire que normalmente se respira antes de una tormenta).

Nuestro cuerpo es una máquina bioeléctrica, está polarizado eléctricamente y por

tanto, toda la actividad electromagnética del entorno nos afecta. Se sabe que

absorbemos los iones por la piel. Hay científicos que dicen que los puntos de

absorción son, precisamente, los puntos de acupuntura.

Cuando el aire tiene una carga eléctrica excesivamente positiva produce efectos como

hiperactividad, jaqueca, ansiedad, malhumor, dolores articulares, agresividad, ... que a

la larga provocan desequilibrios en nuestra salud: depresión, cansancio crónico,

insomnio, problemas respiratorios, etc.

Cuando al contrario, en el aire predominan las cargas negativas, el rendimiento

corporal y psíquico aumenta, favoreciendo la relajación y el buen funcionamiento de

nuestro organismo.

Un exceso de iones negativos tiene efectos bactericidas y beneficia a todos,

especialmente a las personas alérgicas, las asmáticas y las que padecen problemas de

pulmón.

Precisamente este ambiente beneficioso es el que se respira en los balnearios, zonas

de mar y de montaña.

En las ciudades hay un exceso de iones positivos debido a la contaminación

atmosférica y la falta de espacios verdes. En el campo hay más iones negativos.

Existen unos vientos que se producen en diversas zonas del planeta, los cuales

provocan un exceso de cargas positivas (el Zonda, el Mestral, el Sirocco, el Foëhn, ...)

ocasionando problemas a las personas especialmente sensibles a esta tensión

atmosférica.

Incluso la influencia de la Luna incrementa el número de iones positivos. La influencia

de la Luna es un hecho comprobado en el ámbito policial (aumento de casos de

asesinato, violaciones, etc.) y en el ámbito hospitalario (operaciones exitosas pero que

de repente han surgido problemas inesperados).

En algunos hospitales americanos, conscientes de que el ambiente hospitalario no es

el adecuado, han instalado generadores de iones negativos (aeroioterapia) en los

quirófanos, UCI, áreas de recién nacidos, ... lo cual ha supuesto una mejora en la

esterilización ambiental, con un coste mínimo y sin efectos secundarios.

Si analizamos nuestro entorno apreciaremos que nos encontramos rodeados de

materiales sintéticos; los utensilios que utilizamos de forma cotidiana son, casi todos,

sintéticos (electrodomésticos, ropa, mobiliario, cortinas, alfombras, zapatos, etc.).

Evidentemente no podemos prescindir de todo aunque podemos ayudarnos y ser más

selectivos, pues al fin y al cabo somos nosotros los que padecemos los efectos de esta

sobrecarga de iones positivos y por otra parte acumulamos electricidad estática. Todos

hemos sentido alguna vez un calambre al tocar un objeto de metal e incluso al rozar o

tocar a alguien.

¿Cómo eliminar la electricidad estática?

- Prescindiendo de la ropa sintética

- Utilizando zapatos de materiales naturales y no utilizando zapatos con suela de

goma

- Tocar tierra con los pies descalzos

- Estar en contacto con la naturaleza, pasear cerca de ríos, fuentes, cascadas, etc.

- Utilizar ionizadores para negativizar  la positividad.

El hombre ha nacido y ha evolucionado en el medio terrestre, y a su vez se ha visto influenciado como la propia Tierra por el Cosmos (en especial por el Sol y la Luna). Este medio Cosmos-Tierra que ha permitido el desarrollo de la vida no solo humana es fundamentalmente energía electromagnética.  

La radiación electromagnética cósmica es parcialmente filtrada y desviada por la atmósfera terrestre, pero una parte importante de esta que abarca diferentes frecuencias del espectro penetra hasta la superficie de la Tierra siendo absorbida y reemitida por esta. Esta reemisión junto con las radiaciones propiamente terrestres que también abarcan diferentes frecuencias del espectro electromagnético forman la componente telúrica de las radiaciones que nos rodean. 

Los seres vivos y en especial el hombre, necesitan el influjo benéfico de las radiaciones naturales cosmotelúricas. Entre estas radiaciones o ritmos armónicos característicos del medio terrestre se encuentran las conocidas ondas de Schumann que corresponden a las frecuencias cercanas a los 7,8 Hz y que coinciden con la frecuencia del hipotálamo cerebral del hombre y de todos los mamíferos. Su total privación supone la desconexión con las vibraciones de la Tierra a la que estamos totalmente vinculados. Este hecho fue comprobado en los años 60 por técnicos de la NASA en sus programas espaciales. La salud de los astronautas empeoraba al viajar fuera de la barrera de la Ionosfera.

Este conocimiento científico sobre la influencia de las radiaciones en la salud era sabido por nuestros antepasados. Durante milenios el hombre ha vivido en completa armonía con la Naturaleza, observando que no todos los lugares son buenos para vivir, y menos aún para dormir. En todas las civilizaciones y culturas se constatan ejemplos de este saber intuitivo. Valgan los ejemplos de los chinos y sus maestros de feng shui o de los romanos y sus zahoríes, ambos establecían mediante sensibilidad personal los lugares más favorables y los más desfavorables para vivir. Los romanos, además, comprobaban sus mediciones con la práctica mediante el uso de animales. Antes de establecer un asentamiento, dejaban pastar rebaños de ovejas un cierto período de tiempo y por zonas, observando posteriormente el estado de sus hígados. Según este decidían la salud del lugar.

Hoy sabemos que el delicado equilibrio biológico humano (y en general de todo ser vivo), se ve alterado en zonas o lugares con diferencias energéticas cosmotelúricas significativas. Este es el campo principal de estudio de la Geobiología.

 

La Geobiología estudia la relación que existe entre las energías terrestres y cósmicas, y la salud de todo organismo vivo (en especial del hombre). El campo de estudio de la Geobiología es muy amplio, ya que incluye las energías naturales del medio tanto terrestre como cósmico que siempre nos han rodeado, más las derivadas del progreso tecnológico humano. Así, se estudia la calidad del aire (agentes contaminantes, ionización, radiactividad), la calidad ambiental (contaminación acústica, electromagnética, vibraciones, desarmonía forma-proporción-color, simbología en la decoración y relación con la personalidad) y la calidad del emplazamiento (geopatías o zonas geopatógenas: lugares o zonas con incrementos significativos de radiaciones electromagnéticas cosmotelúricas que pueden afectar a la salud). De todos estos aspectos, el estudio de las geopatías es el que más define el trabajo del geobiólogo. 

La Geobiología nace a principios del siglo XX en Europa. Se trata de un “redescubrimiento”  científico del viejo saber intuitivo de la relación entre el lugar y la salud. 

Uno de los primeros geobiólogos fue el Varón Gustav Von Pohl quien realizó en 1932 en Vilsbiburg (Alemania) un estudio epidemiológico constatando la influencia de las corrientes de agua subterránea (una de las geopatías más conocidas) y los casos de cáncer. El estudio fue ratificado oficialmente por el alcalde y las autoridades médicas mediante acta notarial. 

Otro eminente geobiólogo el Dr.Hartmann observó en 1950 en su hospital de Alemania la existencia de habitaciones “muerte” (habitaciones con incrementos porcentuales muy significativos de fallecimientos) relacionándolas con geopatías. Este médico y geobiólogo escribió:

“Resulta trágico comprobar como algunas ideas provechosas se ven rechazadas o ridiculizadas. La historia de la medicina abunda en ejemplos. Incluso hoy en día, en nuestra propia época, las autoridades sanitarias continúan oponiéndose intolerantemente a la idea de que las zonas geopatógenas puedan causar el cáncer. ¿No resulta muy extraño que, por un lado, los investigadores acepten más de trescientas teorías como punto de partida de la etiología del cáncer y por otro se muestren tan tajantes al ignorar, rechazar o incluso atacar maliciosamente este descubrimiento?. Cualquiera que tenga alguna experiencia directa de este problema no puede ni debe permanecer en silencio, aunque su credibilidad como médico pueda verse afectada en consecuencia.

Por mi parte, estoy dispuesto a mostrar a los más escépticos zonas determinadas capaces de producir el cáncer e incluso a permitirles que hagan malabarismos con estadísticas trágicas que abarcan varias generaciones. Les presentaré  también pacientes que se han librado de dolores y enfermedades tras apartarse de la influencia de estas zonas telúricas. La salud y el bienestar de los seres humanos están íntimamente ligados a la tierra en que viven y sus radiaciones.” 

Muchos de los geobiólogos que han contribuido con sus experimentos y descubrimientos a la expansión de la Geobiología, son o eran médicos o físicos como el Dr.Hager en Austria, el Dr. Pierre Cody o el Dr. Peyre en Francia, el Dr Manfred Curry en Alemania o la Dra. Blanche Merz en Suiza. Las geopatías o zonas geopatógenas son zonas o lugares alterados en donde se detectan diferencias significativas de emisión de radiaciones energéticas electromagnéticas que pueden afectar a la salud física y psíquica de las personas (y en general a la salud de todo ser vivo). Estas diferencias se aprecian fundamentalmente en cambios de frecuencia y amplitud de onda de las radiaciones naturales, produciéndose una vibración desarmónica que afecta en general a todos los seres vivos y en especial al hombre. La geopatía alcanza una amplia zona vertical sobre el subsuelo abarcando todos los pisos de una edificación. Su componente horizontal normalmente presenta una zona donde se genera la radiación y donde esta es más nociva, y otra zona adjunta donde la influencia patógena va disminuyendo en función de la distancia al foco. 

Se cree que las radiaciones presentes en una geopatía pueden perjudicar los procesos bioquímicos y energéticos del cuerpo humano afectando primordialmente a las células del sistema inmunitario e incidiendo también sobre el sistema nervioso, endocrino y hormonal.

La célula actúa como un sutil circuito electrónico resonante que es capaz de vibrar ante las frecuencias electromagnéticas del medio. Y según parecen demostrar las investigaciones realizadas hasta ahora lo hace selectivamente en función de su propia característica (función y organismo) y la característica de la radiación (frecuencia, amplitud de onda, forma de onda e intensidad). El ambiente ionizado producido por las radiaciones favorece la aparición de radicales libres que dañan la membrana celular.

Como consecuencia se puede producir un menor tono vital que favorece el desequilibrio psíquico y físico. Según el tiempo de exposición, grado de sensibilidad de cada organismo, valor de las radiaciones, sinergia con otras agresiones y otros factores,  pueden incluso desarrollarse enfermedades como la depresión o el cáncer.

Cada persona tiene diferente sensibilidad, y reacciona a los efectos de una misma geopatía en mayor o menor cantidad de tiempo de exposición. Los lugares más importantes a considerar en un espacio dado son los de más permanencia y en especial en viviendas la cama. Además de ser habitualmente la cama el lugar de más permanencia, es durante la noche cuando se detectan los máximos de radiación y es en el estado de sueño cuando nuestro organismo es más vulnerable a sus efectos. 

Las primeras manifestaciones somáticas que pueden alertar de la posibilidad de estar afectado por geopatía son precisamente las alteraciones del sueño (insomnio, dificultad de conciliar el sueño, sueño irregular muy entrecortado con necesidad de micción, eneuresis nocturna, sonambulismo, caída de la cama, dificultad al levantarse por la mañana, sensación de mayor cansancio tras el supuesto descanso, mareos matinales). Otras manifestaciones típicas son las reacciones alérgicas, el agotamiento crónico y los dolores de cabeza o espalda persistentes.

En muchas ocasiones la persona afectada por una geopatía no responde favorablemente a la adecuada medicación que se le administra. Al solucionar este problema, la medicación resulta efectiva y el paciente se recupera a un ritmo normal.

Gracias a la kinesiología (medición de la respuesta muscular) y otros métodos (como los aparatos tipo Mora, Bicom o Quantum) se puede detectar que un paciente está afectado por geopatía.

Los efectos más comunes de las geopatías en animales son: aumento de mortalidad especialmente en crías,  disminución de producción de leche, aumento de enfermedades infecciosas,.Actualmente debido al espectacular desarrollo y crecimiento humano se descargan en todo el mundo más de 10 mil millones de Kw de energía artificial que rompen el equilibrio natural del medio terrestre. Se alteran considerablemente tanto las ondas armónicas que se reciben del Cosmos como las radiaciones magnéticas terrestres.  Este hecho contribuye a acrecentar los efectos nocivos de las zonas geopatógenas.

DETECCIÓN DE GEOPATÍAs y LA RADIESTESIA

 

El hombre posee la facultad de detectar las geopatías por su sensibilidad natural a las radiaciones electromagnéticas. Hay personas con mayor sensibilidad (se estima que un 20% de la población) pero todos somos capaces de detectarlas en mayor o menor medida. Según los estudios realizados por el físico Zaboj Harvalik esta sensibilidad natural humana es capaz de detectar corrientes eléctricas muy débiles del orden de 20 miliamperios y parece estar localizada en las glándulas suprarrenales y en la pineal o en la pituitaria. Se ha comprobado mediante encefalogramas que cualquier persona muestra reacciones físicas inapreciables a simple vista sobre una geopatía. 

Los practicantes de esta habilidad natural han sido conocidos durante años como zahoríes, rabdomantes, varilleros o radiestesistas. Radiestesia es tal vez el término que mejor define esta práctica, ya que se trata de detección de radiaciones electromagnéticas. Se ha podido comprobar la eficacia de la radiestesia mediante experimentos prácticos con radiestesia y aparatos como los del físico Yves Rocard en los años 50-60 del siglo pasado con la comparación con el  magnetómetro de protones publicados en su libro “La señal del zahorí”. 

Se utiliza habitualmente la radiestesia como método principal de detección de geopatías por ser el método más fácil, económico y rápido hasta ahora conocido. Si se quiere hacer un estudio con aparatos se debe recurrir a varios combinados (magnetómetro, geiger, ionómetro y voltímetro), la toma de datos espacial con aparatos resulta laboriosa y cara.

Las geopatías pueden ser provocadas por diferentes causas de forma aislada o más comúnmente por el efecto de superposición de dos o más tipos. Las más habituales son: las corrientes de agua subterránea, las fisuras o fallas geológicas, las cavidades naturales o artificiales, los cruces o confluencias de líneas pertenecientes a las redes geomagnéticas (red Hartmann y red Curry) y las redes de chimeneas Guy Tison (probablemente las más patógenas). 

Se cree que en las zonas geopatógenas se dan una serie de circunstancias que hacen que existan incrementos de radiación. Puede ser el hecho de estar sobre fisuras (fallas y las mismas corrientes de agua subterránea que aprovechan precisamente las fisuras) que favorecen el escape o intercambio de radiación. O la existencia de presión y fricción entre diferentes masas o entre agua y masa. O también el comportamiento diferente de tipos de subsuelo dispares.  

Se puede medir en estas zonas un incremento de la ionización del aire en su vertical que favorece que en muchos casos sean captadoras de las descargas eléctricas naturales (rayos). 

La detección de una geopatía debe ir acompañada de una valoración que determine su mayor o menor nocividad. Para ello existen diversas escalas radiestésicas, la más extendida es la escala del físico y radiestesista perfeccionada por el  ingeniero Simonetton  que se conoce como biómetro de Bovis. Esta escala se quiso equiparar a longitudes de onda, de ahí que en un principio se construyera con valores de 0 a 10.000 angstroms, posteriormente se vio que no coincidían y se denominaron unidades bovis (U.B.) manteniéndose la misma escala numérica. 

El biómetro Bovis se aplicó para medir frecuencias-longitudes de onda de radiación electromagnéticas de sustancias, plantas, animales, personas y lugares. Después de muchas mediciones se observó que los lugares geopatógenos se obtenían valores inferiores a las 6.000/6.500 U.B. y se estableció este valor como neutro. Se considera  lugar insano aquel con un valor menor que 6.000UB. y especialmente patógeno aquel con valores por debajo de 3.500 U.B.. Por el contrario, los valores superiores a 6.500 U.B. se creen favorables para la salud. 

Las chimeneas Guy Tison parecen ser las más peligrosas de todas las geopatías conocidas por ser las únicas con comportamiento dinámico (variable en el tiempo) y por medirse en muchas de ellas valores U.B. por debajo del 0. El comportamiento dinámico de estas hace que se puedan medir valores U.B. negativos y en pocos minutos estos se conviertan en valores U.B. por encima del neutro variando cíclicamente en períodos cortos de tiempo. 

Además de la valoración obtenida con el biómetro de Bovis, se utilizan otras escalas radiestésicas complementarias para determinar con más precisión el grado de nocividad de una geopatía. Se aprecia que a igualdad de valores Bovis la radiación existente es más penetrante en unas zonas que en otras.

Para medir este grado de penetración existe la escala de amplitud de onda definida con valores desde 0 a 100. A igualdad de valores Bovis la zona geopatógena parece ser más nociva conforme aumenta el valor de amplitud de onda. 

GEOPATÍAS Y SOLUCIONES 

El trabajo del geobiólogo en cuanto a prospector de geopatías va más allá de la detección de estas. El geobiólogo busca ofrecer soluciones para paliar las radiaciones desarmónicas que detecta. 

La primera y mejor solución es salir de la geopatía, mover la cama o el lugar de permanencia (puesto de trabajo, sofá) a zona neutra. Lamentablemente esto no siempre es posible dada las habitualmente reducidas dimensiones de los espacios y/o la posible acumulación de varias geopatías cercanas que hacen muy difícil encontrar una zona favorable. Ocurre que algunas personas no quieren modificar distribuciones aún a sabiendas del problema que está padeciendo. 

Por todo ello en muchos casos la solución ha de ser otra: 

Si la vivienda dispone de jardín a su alrededor y los valores U.B. son moderadamente desfavorables, se puede aplicar geopuntura en varios puntos. En dichos puntos se colocan piedras graníticas de entre 120 y 300 cms. (según el caso) enterradas un tercio. Estas piedras regulan la energía electromagnética y elevan los valores U.B. 

Si la vivienda o espacio no dispone de jardín perimetral, situación más común, la mejor solución es la instalación de aparatos modificadores (diferentes según las características del lugar). De esta forma se contrarresta la presencia de geopatías. No se suprime la geopatía (al igual que la geopuntura), se actúa modificando favorablemente el ambiente electromagnético del lugar, y en consecuencia evitando la afectación biológica sobre la salud física y psíquica. El principio es el mismo que se utilizaba antiguamente en arquitectura sagrada. 

Otra forma de compensar los efectos de una geopatía es el uso de aparatos generadores de ondas armónicas, actúan estabilizando y equilibrando al organismo. Los mejores son aquellos que disponen de diferentes programas o frecuencias, permitiendo buscar la mejor frecuencia compensatoria en función de cada persona, momento y ambiente. 

Dada la característica de muy baja intensidad de las radiaciones electromagnéticas presentes en las zonas geopatógenas, estas pueden ser alteradas por diversas causas. Así, estructuras metálicas, ciertas formas asimétricas en arquitectura y ciertos materiales constructivos entre otros pueden aumentar su nocividad. Contrariamente ciertos materiales, formas, estructuras, proporciones e incluso colores pueden reducir su nocividad. No obstante estos últimos difícilmente van a solucionar completamente las geopatías mas graves. 

Todas las soluciones a las geopatías pueden y deben ser comprobadas con seguimiento, preferiblemente médico. De ahí la importancia de la colaboración entre geobiólogo y médico. Interesa no solo la repercusión inmediata de la intervención del geobiólogo, sino que también debe tenerse en cuenta su eficacia a largo plazo.

Cabría plantearse revisiones periódicas de comprobación para garantizar el estado de la vivienda o espacio en el tiempo ya que puede ser alterado por diferentes causas. Se observa que la red de chimeneas Guy Tison tiene tendencia a variar con el tiempo.

Además de las geopatías, el geobiólogo analiza otros factores de calidad ambiental que pueden afectar al equilibrio psíquico-físico de la persona. Para ello se vale de aparatos como el ionómetro, el contador geiger, los medidores de campos electromagnéticos y el sonómetro. También aquí se utiliza la radiestesia y la sensibilidad personal. 

Estos factores son: 

Calidad del aire (grado de ionización, presencia de agentes químicos nocivos)  

Radiactividad ambiental (gas radón, radiaciones ionizantes) 

Valor de las ondas Schumann (frecuencia de resonancia tierra-aire-ionosfera (7,8 Hz) muy necesaria para el equilibrio biológico, que coincide con la frecuencia del  hipotálamo humano y que a la vez es común a todos los mamíferos). 

Valor de la posible contaminación electromagnética artificial (presencia de campos electromagnéticos generados por instalaciones externas o internas, cercanía a focos como líneas de alta tensión, transformadores, antenas potentes). 

Valor de la posible contaminación acústica. 

Detección de vibraciones. 

Estudio de la armonía o desarmonía del lugar o espacio (polaridad, formas, proporciones, distribución, luz, colores). 

Estudio de la relación entre el espacio y la persona (simbolismos en decoración que pueden afectar al estado anímico de la persona, color-luz y su efecto en la persona, potenciación de la personalidad creando espacios propios). 

Estudio de la rehabilitación o la construcción de espacios que favorezcan la salud y la armonía.

Para ello se tiene en cuenta desde los materiales constructivos estructurales hasta los últimos detalles de acabados decorativos. Se buscan materiales que no provoquen cargas electroestáticas, ni desprendan tóxicos, ni aporten radiactividad ambiental añadida. Se intenta minimizar los posibles efectos negativos para la salud de las instalaciones, y a la vez permitir la permeabilidad natural de la edificación.

Se consideran prioritariamente las características y necesidades personales del cliente para ayudarle a crear su propio espacio sano y armónico.

La Geobiología es una disciplina vieja y nueva a la vez, que esta en continua evolución.

La Geobiología abre las puertas a un mundo sutil que requiere la máxima atención de nuestros sentidos, aunando nuestra capacidad cognitiva con nuestra olvidada sensibilidad.

Esta componente fuera de lo estrictamente cognitivo hace que surjan dudas sobre su eficacia y necesidad. El profesional geobiólogo contrasta sus actuaciones con la de otros profesionales (médicos, terapeutas, físicos, arquitectos), verificando continuamente la eficacia de su intervención.

El objetivo es lograr espacios bióticamente favorables y en armonía con quien-es lo van a usar. Hay que reconocer el limitado conocimiento que se tiene actualmente sobre muchos aspectos de esta disciplina y trabajar día a día con receptividad para ampliarlo.

Sanear el ambiente y construir en área libre de  Genopatías telúricas y respetar la naturaleza ya que la naturaleza y el medio ambiente y el Ser humano  son de Dios y por lo tanto hay que cuidarla y quererla como a Dio. Y si evitamos dormir  sobre una corriente  energética telúrica podemos tener altas probabilidad  de tener disfunciones orgánicas múltiples que alteren el sistema inmunológico y ocasionar diferentes tipo de alteraciones orgánica por  la baja del sistema inmunológico, por lo tanto  solo queda  consultar la Kinesiología y Radiestesia Medica en las medicina complementarias alternativas, para vivir en una casa sana, Gracias. Atte. Dr. Eli Ramírez Ortiz. “CEEACD”. Morelia Michoacán México. 

 

 

 

 

 

 

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